El Entrenamiento Funcional de Alta Intensidad (HIFT) es una nueva modalidad de ejercicio que enfatiza los movimientos funcionales multiarticulares adaptables a cualquier nivel de condición física y promueve un mayor reclutamiento muscular.
1. Introducción
Algunos de los cambios más significativos a los que se enfrenta la población mundial son el aumento del número y la proporción de personas mayores [
1 ] y la progresión de la esperanza de vida a edades más avanzadas [
2 ]. El deterioro cognitivo es una posible consecuencia del proceso de envejecimiento, ya que a partir de la tercera década de la vida el cerebro comienza a atrofiarse, disminuyendo su riego sanguíneo y su peso [
3 ]. Esto afecta en gran medida el funcionamiento del sistema nervioso central [
1 ], produciendo pérdida de memoria, atención, reducción de la capacidad de aprendizaje y deterioro de las funciones cognitivas [
4 ,
5]. Esta disminución se asocia con un mayor riesgo de demencia, así como con resultados adversos para la salud, como limitaciones funcionales y discapacidad [
6 ].
The burden on health systems caused by dementia and other adverse cognitive outcomes has become a major social challenge with great added financial costs [
7]. New methods are required in order to prevent losses and even improve cognitive performance, functionality, autonomy, and quality of life in general [
6]. For this reason, over the last decades interest has grown concerning the influence of lifestyle factors such as physical exercise on the prevention of cognitive impairment among older people [
6].
Today, physical activity is deemed to be a highly protective factor of cognitive functions in normal brain aging, as well as in several stages of pathology-related cognitive deterioration [
8,
9]. Regular physical exercise has been associated with an increased brain volume of regions related to cognitive functions, which normally decline with age [
10].
Últimamente, el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT, por sus siglas en inglés) ha llamado la atención como una buena opción de ejercicio tanto para la población joven como para la adulta. Este tipo de ejercicio se caracteriza por sesiones breves e intermitentes de actividad de alta intensidad alternadas con periodos de descanso o de baja intensidad. El número de estudios que investigan este tipo de entrenamiento en la población mayor se ha incrementado en los últimos años [
2 ,
11 ,
12 ].
Una alternativa al HIIT es el entrenamiento funcional de alta intensidad (HIFT, por sus siglas en inglés), una modalidad de entrenamiento relativamente nueva que enfatiza los movimientos funcionales de múltiples articulaciones que se pueden adaptar a cualquier nivel de condición física y conducen a un mayor reclutamiento muscular que las formas de ejercicio más tradicionales. Las sesiones de HIFT pueden durar desde dos minutos hasta más de una hora [
13 ]. Se diferencia del HIIT en el uso de ejercicios funcionales constantemente variados y actividades de duración adaptable que pueden o no incorporar pausas [
14 ]. HIFT emplea múltiples vías de energía a través de la utilización de ejercicio multimodal [
15]. Debido a los múltiples esquemas de prescripción relacionados con las repeticiones y duraciones de los ejercicios en HIFT, los programas pueden variar desde ejercicios de peso corporal realizados en circuitos o intervalos cronometrados hasta esquemas más complicados que involucran levantamientos olímpicos, con un número determinado de repeticiones [
13 ].
Although HIIT AND HIFT share many similarities, they differ in that HIIT uses only aerobic exercises performed at very high intensity without variation [
16], whereas HIFT uses constantly varied high-intensity functional and muscle-strengthening exercises of varying durations that may or may not incorporate breaks [
14]. Similarly, studies suggest that HIFT is more effective than HIIT in increasing strength [
17] and adherence to exercise [
15,
18], and strength training increases brain-derived neurotrophic factor [
19] and IGF-1, [
20] myokines important in cognition to a greater extent.
2. High-Intensity Functional Training in Elderly with Cognitive Impairment
Evidence exists of the benefits of HIFT on general cognition in older adults with cognitive impairment, assessed using the MMSE, the ADAS-cog, or both. Two articles that showed improvement in cognitive function used progressive HIFT with 80% RM at 6, 12, and 18 weeks; on the other hand, studies with HIFT interventions at intensities of 12 RM find no significant differences at 3, 4, 6, 7 or at 12 months. However, due to the heterogeneity of intervention protocols, measurement time points, and control group activities, divergent results were evidenced. It is still necessary to determine the modality (load and duration) that guarantees the effectiveness of the intervention.
Khandker et al. [
43], evaluated the comparability of ADAS-cog and MMSE, finding a significant association between MMSE and ADAS-cog (
p < 0.001, R2 = 0.561, in 813 patients and 1520 MMSE/ADAS-cog paired measurements) where increases by 2.01 points (95% CI [1.90, 2.11]) of ADAS-cog were associated with decreases by one point for MMSE.
Furthermore, variability in the HIFT protocols were identified, which was expected because this training modality uses constantly varied, multi-joint exercises of varying duration, with or without rest periods [
14]. Two articles [
34,
37] used intensity-based prescription (%1 RM), while the remaining five articles [
35,
36,
38,
39] used a volume measure (the number of repetitions). Despite these two measures usually being correlated, recent research has raised doubts about the accuracy of this correlation [
45]. It has been reported that the amount of muscle mass used during exercise influences the number of repetitions performed at a given percentage of 1 RM [
46]. Likewise, intensity (expressed as %1 RM) and volume (expressed as the number of repetitions), when used as the only measures of training load control, are insufficient to correctly prescribe this type of training, as it is necessary to control variables such as inter-set recovery duration [
47], the predominance of the eccentric or concentric phase [
48], and speed of execution [
49]. These variations influence force production and other hormonal [
49] and neuromuscular responses [
50]. In addition, there is evidence for a positive association between movement speed and cognition in older adults [
51], and it has been reported that a greater cognitive load is required in eccentric-predominant exercises compared to concentric-predominant ones [
52]. On the other hand, some differences found in the load progression strategies should be pointed out, which could induce different adaptations with respect to load volume [
53]. In the strategy used by Gbiri et al. [
34] the rate of execution of the exercises was monitored, increasing by 10% every 2 weeks. Additionally, the same authors reported an initial measure of the load equal to 80% RM, with no progressions in this regard.
Por otro lado, aunque los beneficios del ejercicio sobre la función cognitiva están bien documentados [
54 ,
55 ,
56 ], una revisión reciente y un metanálisis revelaron que no hubo un efecto beneficioso de las intervenciones basadas exclusivamente en HIIT sobre el funcionamiento cognitivo de personas con demencia [
57 ]. Por el contrario, se ha informado que los programas basados en ejercicio funcional pueden tener ciertos efectos positivos sobre la función cognitiva en adultos mayores con deterioro cognitivo leve (DCL) [
58]. Además, HIFT ha sido administrado a adultos mayores con demencia moderada a severa en hogares de ancianos, generando en esta población alegría y redescubrimiento de competencias corporales, así como una adherencia segura a las actividades y comprensión de los objetivos de los ejercicios [
59 ]. Asimismo, la aplicabilidad de este tipo de intervenciones se ha evaluado con éxito en relación con la intensidad del ejercicio alcanzado [
60 ]. Sin embargo, los resultados sobre el efecto de HIFT en la cognición general son variados y en algunos casos contradictorios.
Es importante recalcar que aún se necesitan más estudios que realicen un mejor seguimiento de las actividades en el grupo control, así como la estandarización de un instrumento utilizado para evaluar la cognición general y un diseño más riguroso de la intervención. Dicho diseño debe considerar, por ejemplo, la velocidad de ejecución del ejercicio, el tipo de contracción (concéntrica o excéntrica) y el período de recuperación entre series. Solo así sería posible conocer con precisión los posibles efectos inducidos por la intervención y su duración en el tiempo. Se requiere la unificación de conceptos tanto en la intervención como en la medición de las variables en los ECA para dilucidar los efectos del HIFT sobre la cognición general en adultos mayores con deterioro cognitivo leve a moderado.
This entry is adapted from the peer-reviewed paper 10.3390/healthcare10040670